Quien Soy
Hola, soy Ilean Harris…
y hace solo unos años mi vida cambió para siempre…
Estaba tan cansada y harta de una vida que odiaba. Vivía en la miseria, persiguiendo una carrera que pensé que me haría feliz, pero que realmente estaba drenando la vida de mis sueños.
Como hija de padres inmigrantes, sabía que mis padres trabajaron muy duro para venir de Cuba a los Estados Unidos para permitirme vivir el Sueño Americano.
El camino hacia el éxito estaba trazado para mí…
Sabes lo que es eso…
Vas a la escuela, sacas buenas calificaciones y algún día conseguirás un buen trabajo.
Puedes quedarte en ese trabajo durante más de 40 años y luego (si ahorraste suficiente dinero) podrás vivir tus sueños.
¿Qué más podría aspirar alguien como yo?
No sé si puedes relacionarte con la sensación de estar limitado en la búsqueda de tus sueños, pero solía sentir que tenía que complacer a mis padres, a mi comunidad religiosa y a mis maestros antes de pensar por mí misma.
Pero ignorar mis deseos estaba comenzando a pasarme factura…
Después de años de volver a casa llorando por largos y deprimentes días en mi programa de posgrado, decidí que ya era suficiente.
Estaba lista para ser feliz de nuevo y hacer algo que amaba.
Al principio, me daba mucho miedo alejarme de una carrera “segura” como psicóloga.
Menos mal que era lo suficientemente inteligente para saber que no hay nada inteligente en vivir una vida que odias.
No sabía qué hacer, pero sabía que quería ayudar a las personas, hacer una diferencia y vivir la vida a mi manera.
Al principio, el sueño de ser mi propia jefa comenzó a convertirse en mi peor pesadilla. El dinero era difícil de conseguir.
Pero estaba comprometida a hacer que funcionara. Cuando tenía hambre y no podía pagar la comida, cambié libros de texto en amazon.com por alimentos.
Cuando parecía que no podría pagar mi alquiler, vendí mis amados juegos de sala/comedor.
Trabajé como una loca para salir de mi situación, incluso cuando todo parecía estar en mi contra.
Estaba asustada y nerviosa, pero lo hice de todos modos.
No había marcha atrás a mi antigua vida.
Si iba a luchar, preferiría luchar por tener éxito que por seguir infeliz para siempre.
Al menos, al construir mi negocio, tenía una oportunidad de salir del otro lado y vivir mis sueños.
Afortunadamente, esa oportunidad llegó antes de lo que había imaginado.
Gracias a mi perseverancia y compromiso con la excelencia, he podido:
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